Jorge Crowe Nació en Mendoza argentina, y desde siempre sintió una gran pasión por desbaratar y rearmar, su ideología política acerca de la tecnología lo ha llevado a mantener una labor de vida en donde están en relación: la educación, la música y sobre todo el juego.
Luego del ir y venir, del recorrer las basuras buscando reutilizar y re significar, Jorge se introduce en la música, (ludotecnia 2003) es el show que más performa, lo ha lleva acabo en varios países de Latinoamérica en ferias de arte y festivales de imagen donde el público queda identificado con la destreza de su música y la manera de integrar los juguetes que todos conocieron en la cultura popular y hacerlos interactuar.
Los juguetes son importantes en la obra de Crowe quienes se vuelven vehículos simbólicos listos a ser explorados, aquí Crowe plantea una liberación en la experiencia con el objeto, una liberación de un sistema económico o de un tipo de régimen escópico que introdujo la idea de que la tecnología es compleja y no es para la gente si no al contrario la gente debe todo a ella. Usar juguetes es una manera de decirle a los demás "hacer esto es fácil, pueden hacerlo ustedes también" y esta autonomía resalta como un positivismo hacia la vida totalmente revolucionario.
Así como revolucionario es este uso de los objetos sobre todo de los juguetes, encontramos una relación en el trabajo de la psicoterapeuta suiza Dora Kalff quien desarrolla un tipo de tratamiento otorgándole valores simbólicos a los juguetes y sobre todo al juego para interpretarlo y tratar mediante esta práctica al paciente quien por un proceso de "individuación" se relaciona con el objeto.
https://www.youtube.com/watch?v=aWd40dMH70c
Poniendo estas dos maneras de ver el objeto de manera similar, encontramos que Jorge Crowe propone un juego de naturaleza social donde se ven a futuros usuarios de tecnología que es entendida en profundidad no como consumo sino como posibilidad, como creatividad.
Jorge Crowe es un maestro. No sólo porque sea virtuoso y un creativo ejemplar en su área y en sus herramientas de vocación, sino porque literalmente hace de su vocación una metodología de enseñanza; Crowe es educador de profesión, y es igual de devoto a sus "juguetitos" que a sus pupilos, que van desde niños pequeños hasta adolescentes, todos hambrientos por "desentrañar" y crear, sin temer, como lo llama el propio Jorge, a una educación/metodología vertical. Esta enseñanza que se empeña en dogmatizar la jerarquía maestro-alumno, es constantemente criticada por el argentino y su equipo de educadores y colegas en sus múltiples talleres y espacios de enseñanza (siendo el más conocido el Laboratorio del Juguete – nombre apropiado para un espacio con pocas restricciones creativas o reprimendas paralizantes, donde la experimentación y el juego es lo que cuentan) Pero no se trata de usar cualquier tecnología al azar. La mentalidad de Frankenstein, de darle vida a materiales en desuso y a jugar con la nostalgia de las tecnologías de su generación, es lo que nutre el quehacer del artista y lo que lo impulsa a desarrollar esa manera tan particular de performática y de sonido.
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